10 cosas únicas que hacer en Finlandia si viajas en solitario

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Mujer haciendo senderismo sola en Laponia.

Créditos: Pyhä-Luosto

Un lugar seguro y acogedor para viajar en solitario

Los altos niveles de seguridad, la igualdad, el énfasis en los derechos LGBTQ+, el aire limpio y el compromiso con la sostenibilidad hacen de Finlandia uno de los mejores destinos del mundo para quienes viajan en solitario. Tanto si sueñas con ver la aurora boreal en la nevada Laponia como con explorar el diseño y la arquitectura de Helsinki, viajar por tu cuenta en Finlandia es una experiencia tan estimulante como segura.

Los viajes en solitario están experimentando un rápido crecimiento, especialmente entre las generaciones más jóvenes. En una noticia de 2025, Forbes afirmaba que casi el 80 % de los milenials y la generación Z planeaba hacer viajes en solitario en un futuro próximo. Finlandia, elegido el país más feliz del mundo durante varios años consecutivos y uno de los primeros en la clasificación del Índice de Paz Global, tiene de todo, desde paisajes únicos a una cultura vibrante en un entorno seguro.

Créditos: Miki Watanabe

1. Rompe el hielo en una sauna pública

Las saunas son el gran elemento de equiparación social en Finlandia. Desde estudiantes hasta directores generales de empresas comparten los mismos bancos. Para quienes viajan por su cuenta, son un lugar seguro y acogedor donde entablar conversación o simplemente relajarse en compañía. No hay ningún problema en ir solo a una sauna finlandesa pública. En Helsinki, prueba Löyly, Allas Pool o Kulttuurisauna; en Tampere, la «capital mundial de la sauna», visita Kuuma, Rauhaniemi o Kaupinoja.

2. Persigue la aurora boreal en un grupo reducido

Salir en busca de auroras boreales es más divertido en compañía, y la mayoría de los operadores de Laponia se adaptan perfectamente a quienes viajan en solitario. En Rovaniemi, la puerta de entrada al Ártico, encontrarás decenas de opciones, desde excursiones con raquetas de nieve por bosques tranquilos hasta safaris en minibús hasta remotos miradores.

Levi e Ylläs son localidades con estaciones de esquí que gozan de un animado ambiente après-ski y ofrecen multitud de excursiones nocturnas para ver auroras boreales, mientras que Saariselkä, en el extremo norte, ofrece excursiones originales, como las que se realizan con renos. Reserva una excursión en grupo reducido y comparte con otras personas la emoción que se siente al ver el cielo llenarse de color.

3. Participa en un taller auténticamente finlandés

A los finlandeses les encantan los talleres divertidos, por lo que encontrarás una oferta muy variada y original en todo el país. ¿Te gusta la repostería? Participa en un taller de elaboración de pasteles de Carelia en Joensuu o Puumala. ¿Te gustan las manualidades? ¿Qué te parece hacer una casita para pájaros, aprender a tocar la guitarra de aire o crear algo con astas de reno? Ahora puedes hacerlo.

El «distrito del diseño» de Helsinki no es solo un lugar en el que mirar escaparates: muchos estudios ofrecen clases de cerámica, joyería o diseño de estampados. Participar en un taller te permitirá pasar unas horas con los lugareños, aprender una nueva destreza y llevarte a casa un recuerdo hecho por ti mismo.

Créditos: Miki Watanabe

4. Adéntrate en la naturaleza en una excursión guiada en canoa

Hay algo silenciosamente poderoso al surcar un tranquilo lago finlandés o el mar Báltico bajo el sol de medianoche, rodeado solo por el bosque, el cielo y el sonido de los remos al sumergirse en el agua. Para quienes viajan solos, unirse a una excursión guiada en canoa es el equilibrio perfecto entre independencia y conexión. Tendrás la libertad de disfrutar del silencio, pero también la seguridad de un guía y de tus compañeros de remo.

Credits: Mikko Nikkinen

5. Visita varios museos con un pase de un día

Para los viajeros a quienes les gusta explorar a su ritmo, la Tarjeta Museo de Finlandia es un auténtico tesoro. Es válida durante todo un año y permite la entrada a más de 300 museos de todo el país; pero incluso si vas a usarla solo un solo día o dos, es una forma excelente de sumergirte en la cultura sin tener que ceñirte a un tema o un horario.

En Helsinki, puedes empezar por el Ateneum Art Museum, que alberga la colección nacional de arte de Finlandia, y luego acercarte a los sorprendentes espacios subterráneos del Amos Rex para ver exposiciones contemporáneas. Continúa hasta Kiasma para contemplar arte visual vanguardista, o haz el corto trayecto en autobús hasta el moderno Museo de Arte Didrichsen, de mediados del siglo pasado. Si quieres explorar más allá de la capital, la misma tarjeta también se puede usar en fantásticos museos regionales como el Serlachius de Mänttä, el Aalto2 de Jyväskylä y el Arktikum de Rovaniemi.

Créditos: Serlachius museums, Sampo Linkoneva

6. Visita una isla-faro en la costa finlandesa

La extensa costa de Finlandia está salpicada de faros históricos, muchos de los cuales ahora se pueden visitar. Para quienes viajan por su cuenta, estas islas pequeñas y autónomas ofrecen lo mejor de ambos mundos: tranquilidad y oportunidades para relacionarse con otros visitantes.

En la costa suroeste, Bengtskär, el faro más alto de los países nórdicos, se alza imponente sobre el mar. Si decides pasar la noche en las antiguas dependencias del farero podrás contemplar la puesta de sol desde la sala de los faroles y despertarte con el sonido de las olas al chocar contra las rocas. Más al norte, frente a la costa de Rauma, el faro de Kylmäpihlaja combina la intensa historia marítima con acogedoras habitaciones y un pequeño restaurante que sirve pescado fresco. En el archipiélago de Kvarken, declarado Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO, el faro de Tankar, cerca de Kokkola, ofrece estancias de verano en las que podrás pasear por entre las cabañas de pescadores y los puntos de observación de aves de la isla.

El trayecto en barco a Bengtskär dura aproximadamente una hora.
Créditos: Noora Tammisto

7. Explora el patrimonio y los lugares de interés cultural a tu propio ritmo

La historia y la cultura de Finlandia se disfrutan mejor sin prisas, algo a lo que se prestan especialmente los viajes en solitario. Tesoros declarados Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO, como la fortaleza marítima de Suomenlinna en Helsinki, y la vieja iglesia de madera de Petäjävesi, así como antiguos castillos, desde Turku a Hämeenlinna, pueden explorarse sin prisas, pudiendo pasar más tiempo donde más te apetezca en cada momento.

En Laponia, descubre el patrimonio sami en el Museo Siida de Inari, con exposiciones y muestras al aire libre que cuentan la historia del único pueblo indígena del norte de Europa. Pequeñas joyas, como el casco antiguo de Rauma (también declarado Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO) o el pueblo pesquero de Reposaari, cerca de Pori, son ideales para pasear con la cámara y parar a tomar un café cuando te apetezca. Sin horarios de grupo, puedes seguir tu propio ritmo haciendo pausas para dibujar, sacar fotos o simplemente sentarte a ver pasar la vida.

Créditos : Visit Turku
Créditos: Sámi Museum & Nature Centre Siida

8. Haz una visita guiada a pie por la ciudad

En Finlandia, caminar forma parte de la vida cotidiana. Las ciudades son compactas, las calles seguras y los espacios públicos están diseñados con los peatones en mente. Para los viajeros en solitario, participar en una visita guiada a pie es una forma sencilla de conocer a gente y descubrir sobre el terreno el carácter local.

En Helsinki, las visitas temáticas revelan diferentes aspectos de la ciudad, desde la arquitectura Jugendstil del distrito de Katajanokka hasta la animada escena gastronómica de la capital, con degustaciones en los mercados. Los recorridos guiados en Turku dan vida al casco antiguo medieval con historias de mercaderes, monarcas y comercio fluvial, mientras que las visitas en Tampere repasan el patrimonio industrial de la ciudad a través de sus históricas fábricas de ladrillo rojo y vías fluviales. 

Créditos : Visit Tampere, Laura Vanzo
Créditos: Harri Tarvainen

9. Explora los mercados históricos

Los mercados tradicionales de Finlandia son un festín para los sentidos y resultan ideales para los viajeros en solitario que quieran comer bien sin la formalidad de un restaurante.

En Helsinki, el mercado viejo, junto al puerto, lleva atendiendo a los clientes desde 1889. Dentro, el aire huele a bollitos de canela recién horneados y a pescado ahumado. Podrás saborear un humeante tazón de cremosa sopa de salmón en alguno de los puestos, charlar con un vendedor sobre la mermelada de mora de los pantanos o simplemente observar el ir y venir de los lugareños durante su pausa para comer.

El mercado de Turku combina el encanto tradicional con sabores atrevidos. Prueba las perunapiirakka (empanadillas de patata) o una rebanada de pan del archipiélago con arenque en escabeche. Para tomar un bocado más contemporáneo, date una vuelta por los puestos de comida de Kauppahalli, que ofrecen desde wraps veganos hasta comida callejera asiática. El mercado de Oulu, al norte, es más pequeño, pero está lleno de carácter local. Prueba quesos de las queserías cercanas, reno ahumado o zumo de bayas de los bosques de la zona.

Credits: Visit Tampere, Laura Vanzo

10. Déjate llevar por el arte del silencio finlandés

En Finlandia, el silencio no es algo que haya que llenar. Es algo que hay que disfrutar. En el parque nacional de Koli, es posible contemplar la salida del sol desde la cima de Ukko-Koli, con la superficie serena del lago Pielinen que se extiende hasta el infinito a sus pies. En el parque nacional de Hossa, puedes hacer una excursión guiada en canoa que te llevará por estrechos lagos de esker rodeados de silenciosos pinares, lejos de cualquier carretera. En el parque nacional de Pallas-Yllästunturi, en Laponia, haz una excursión invernal con raquetas de nieve por entre las colinas y descubre lugares donde el único sonido es el de tus botas al pisar la nieve.

Incluso la costa finlandesa tiene sus rincones tranquilos; en las islas Åland, los ferris te conectan con diminutos islotes donde el mar y el cielo se encuentran en una soledad casi total. Para disfrutar de una quietud más salvaje, pon rumbo a Kuhmo, en la región de Kainuu, donde podrás pasar la noche en un refugio remoto para observar a los osos pardos con silenciosa expectación.

Credits: Jordan Herschel

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