La cocina de Finlandia se basa en ingredientes frescos y naturales que se recogen directamente del agua, del campos y del bosque
Puede que Finlandia no sea el primer país que te venga a la mente al pensar en comida nórdica o escandinava, pero precisamente por eso sorprende a tantos visitantes. Escondida en el norte, la cultura gastronómica de Finlandia es una mezcla de practicidad y funcionalidad. Está profundamente arraigada en la tierra, moldeada por las estaciones y guiada por una creatividad discreta.
Aquí, la comida no es para presumir. Se centra en ingredientes que te llaman, que saben frescos y que van con cada momento. Tanto si disfrutas de un almuerzo en algún mercado en Helsinki, como si saboreas bayas recolectadas en el bosque durante una excursión o cenas en un restaurante en plena naturaleza de Laponia, siempre encontrarás ingredientes que vienen de muy cerca, preparados con mimo y buen hacer.
La filosofía gastronómica de Finlandia también ha sido moldeada por su pasado. Es un país que ha vivido guerras, racionamientos y largos inviernos, épocas en las que escaseaban los ingredientes y no se podía desperdiciar nada. La escasez obligó a buscar soluciones ingeniosas, y ese espíritu sigue vigente en la actualidad, con el uso creativo de los recursos locales, las técnicas de conservación y la preferencia cultural por aprovechar al máximo lo que está disponible.